El Cannabis y su Influencia en la Adolescencia: Efectos en el Cerebro y la Salud Mental

El Cannabis y su Influencia en la Adolescencia: Efectos en el Cerebro y la Salud Mental

Introducción:

A lo largo de las últimas décadas, el consumo de cannabis ha ido ganando aceptación en muchos países, tanto en su uso medicinal como en el recreativo. No obstante, el consumo de este tipo de sustancias durante la adolescencia sigue siendo un tema delicado debido a los posibles efectos negativos que el cannabis puede tener en el desarrollo cognitivo y emocional. Por eso, a continuación, vamos a analizar la influencia que tiene el cannabis en la adolescencia y sus efectos en el cerebro.

Los efectos del cannabis durante la adolescencia

Es bien sabido que la adolescencia es una etapa en la que se experimenta con la transgresión de límites. De hecho, no sorprende que sea durante esos años cuando mucha gente entra en contacto con el cannabis. La edad media de inicio en el consumo de este tipo de sustancias es de 16 años, y se calcula que el 20 % de la población entre los 15 y los 24 años de edad ha probado el cannabis, tanto en forma de marihuana o de hachís.

¿Y eso que efectos tiene? Para empezar, el consumo de cannabis durante la adolescencia tiene efectos directos sobre el cerebro. Los más notables son las alteraciones en la memoria y en el aprendizaje, tanto a corto como a largo plazo. De hecho, los estudios indican que dichos efectos pueden notarse incluso muchos años después, y que pueden suponer la pérdida de hasta ocho puntos de cociente intelectual que luego no se van a recuperar jamás.

¿Y eso ocurre siempre, o solo durante la adolescencia? Hay que tener en cuenta que el cerebro de un adolescente se encuentra en pleno desarrollo, motivo por el que es muy sensible a los efectos que pueden ejercer diversas sustancias. El principal ingrediente activo del cannabis, el tetrahidrocannabinol (también conocido como THC), es capaz de afectar a las sinapsis del cerebro de diferentes formas, especialmente en áreas responsables de la memoria, la atención y el aprendizaje. El THC, al ser la causa del potencial psicoactivo de la marihuana y del hachís, puede producir problemas cognitivos, de adicción e incluso psicosis.

Cannabis y salud mental

Durante las últimas décadas, el consumo de cannabis también ha comenzado a relacionarse con ciertos problemas de salud mental. En realidad, aunque todavía queda mucho por investigar, los estudios ya han demostrado que el consumo de cannabis durante los años de adolescencia supone un incremento en el riesgo de que los individuos con predisposición lleguen a desarrollar una esquizofrenia.

Por supuesto, este tipo de problemas mentales se dan con constancia en todo tipo de entornos, regiones y culturas, donde el porcentaje de población que consume cannabis puede variar. Esto no significa que el cannabis sea la causa principal de la esquizofrenia, pero sí se convierte en un catalizador capaz de despertar un problema latente que, de otro modo, tal vez no llegaría a manifestarse. Por eso, los resultados arrojados por ciertos estudios epidemiológicos arrojan como resultado el hecho de que un consumidor de cannabis tiene un riesgo 1,4 veces más alto de llegar a desarrollar problemas de esquizofrenia. Asimismo, el consumo de esta sustancia durante los años de la adolescencia puede suponer un inicio más temprano de esta enfermedad y puede llegar a agravar el pronóstico.

Consecuencias para el rendimiento académico

El impacto negativo del consumo de cannabis sobre el rendimiento académico es innegable. Todos los problemas que hemos analizado en los anteriores puntos suponen que los adolescentes consumidores de THC tienen más probabilidades de tener problemas de atención y de aprendizaje, lo que afectará directamente al rendimiento escolar. Por otro lado, el aspecto social del consumo de drogas también parece guardar una relación más o menos estrecha con la probabilidad de abandonar los estudios antes de tiempo.

Por último, el consumo de cannabis también tiene un impacto negativo a la hora de tomar decisiones con base en una información, ya que esta sustancia dificulta el proceso mediante el cual el cerebro procesa dicha información para tomar la decisión más efectiva en cada momento. ¿El resultado? Por lo general, la toma de decisiones impulsivas y comportamientos de riesgo que, en mayor o menor medida, pueden tener consecuencias negativas en la vida del adolescente.

La adolescencia es una época de cambio y descubrimiento, pero también es un momento en el que los jóvenes, aun en desarrollo, pueden ser muy vulnerables. El cannabis ha ganado aceptación, sí, y determinados usos pueden incluso traer beneficios. No obstante, su consumo durante la adolescencia no está exento de riesgos, ya que puede ocasionar desde problemas cognitivos hasta el despertar de ciertas enfermedades mentales. Lo mejor, como siempre, es contar con toda la información disponible y actuar en consecuencia.



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